Bizcocho de Queso Japonés (Cotton Cheesecake)
Este postre es una verdadera delicia, conocido en Japón por su textura increíblemente ligera y esponjosa, que se deshace en la boca como una nube. A diferencia de las tartas de queso occidentales, que son densas y cremosas, el Cotton Cheesecake es aireado y tembloroso, con un sabor suave y delicado. El secreto para lograr su perfección está en el merengue y en una cocción cuidadosa al baño María.
Ingredientes
Para la base de queso:
250 g de queso crema (tipo Philadelphia)
60 g de mantequilla sin sal
100 ml de leche entera
6 huevos grandes, a temperatura ambiente (separadas las claras de las yemas)
60 g de harina de trigo de repostería (o harina de todo uso)
20 g de maicena (fécula de maíz)
1 cucharadita de zumo de limón
Para el merengue:
120 g de azúcar
Una pizca de sal
Preparación
Prepara el molde y el horno: Precalienta el horno a 160°C (320°F). Prepara un molde redondo de 20 cm de diámetro. Forra el fondo y las paredes con papel de hornear. Cubre la base y los lados exteriores del molde con papel de aluminio para que el agua del baño María no se filtre. Coloca una bandeja de horno con agua caliente en la parte inferior del horno para crear vapor.
Prepara la base de queso: En un cazo, calienta la leche, la mantequilla y el queso crema a fuego bajo, mezclando constantemente hasta que el queso se haya derretido por completo y obtengas una crema homogénea. No dejes que hierva. Retira del fuego y deja templar.
Haz la masa: Incorpora las yemas de huevo una a una a la mezcla de queso, batiendo con unas varillas hasta que se integren. Tamiza la harina y la maicena sobre la mezcla y remueve con una espátula hasta conseguir una masa suave y sin grumos. Añade el zumo de limón y mezcla.
Monta el merengue: En un bol aparte, bate las claras de huevo con la pizca de sal. Cuando empiecen a espumar, añade el azúcar en forma de lluvia de manera gradual. Continúa batiendo hasta obtener un merengue con picos suaves y brillantes. Es muy importante que no esté demasiado firme para que el bizcocho no se agriete.
Mezcla las dos bases: Vierte una tercera parte del merengue en la masa de queso y mezcla con movimientos suaves y envolventes. Luego, incorpora el resto del merengue, también en dos partes, mezclando con cuidado para no perder el aire. La masa final debe ser ligera y homogénea.
Hornea: Vierte la masa en el molde preparado. Da unos pequeños golpecitos al molde contra la encimera para liberar las burbujas de aire. Colócalo dentro de la bandeja con agua caliente en el horno. Hornea por 70-80 minutos. El bizcocho estará listo cuando la parte superior esté dorada y, al pincharlo, el palillo salga limpio.
Enfría: Apaga el horno, abre ligeramente la puerta y deja que el bizcocho se enfríe dentro por al menos una hora. Luego, sácalo, deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente y refrigéralo por unas horas antes de desmoldar y servir. Esto es crucial para evitar que se baje.
Disfruta de este bizcocho solo, espolvoreado con un poco de azúcar glas, o con tus frutas frescas favoritas.
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