Helados de coco cremoso

Helado Cremoso de Coco (Sin Heladera)

Disfruta de un helado casero con el sabor tropical del coco, de textura sedosa y sin la necesidad de una máquina para helados. Esta receta es increíblemente fácil de preparar y el resultado es un postre refrescante y delicioso que evoca el verano.

Ingredientes:

• 2 latas (400 ml cada una) de leche de coco de alta calidad (con un mínimo de 60% de extracto de coco)

• 1 lata (397 g) de leche condensada

• 1 cucharadita de extracto de vainilla

• Una pizca de sal (opcional, para realzar el sabor)

• Coco rallado tostado para decorar (opcional)

Preparación:

1. Enfría la leche de coco: Coloca las latas de leche de coco en el refrigerador durante al menos 8 horas (o idealmente toda la noche). Esto hará que la crema se separe del agua.

2. Prepara la base cremosa: Abre las latas con cuidado y extrae únicamente la parte sólida y espesa (la crema de coco) que se ha formado en la parte superior. Desecha el líquido o guárdalo para otra preparación.

3. Bate la crema: En un bol grande, bate la crema de coco fría con una batidora eléctrica a velocidad alta durante 3-5 minutos, o hasta que se formen picos suaves, similar a la consistencia de la crema batida.

4. Mezcla los ingredientes: Con una espátula, incorpora suavemente la leche condensada, el extracto de vainilla y la pizca de sal. Mezcla con movimientos envolventes para no perder el aire que le dio la batidora a la crema.

5. Congela: Vierte la mezcla en un recipiente hermético apto para congelador. Si deseas, puedes añadir coco rallado tostado en este punto y mezclarlo. Cierra el recipiente y congela por un mínimo de 6 horas, o hasta que el helado esté firme.

Sugerencias:

• Para obtener una textura aún más cremosa, saca el recipiente del congelador cada hora durante las primeras 3 horas y remueve la mezcla con una cuchara o un tenedor.

• Antes de servir, deja el helado a temperatura ambiente por unos 10 minutos para que se ablande ligeramente y sea más fácil de servir.

• Puedes decorar con más coco rallado tostado, trozos de mango o un chorrito de ron para un toque caribeño.