Mejillones. ¿A quién no le gusta este bivalvo? Y ahora que llega el frío vienen los mejores. En España solemos comerlos al vapor, rellenos como tigres o con alguna salsa picante o a la marinera, pero hay que mirar a nuestros vecinos franceses (y también a Bélgica) para encontrar la mayor variedad de recetas con mejillones. Para empezar, en una cazuela que tenga tapa hacemos un sofrito con una cebolla y tres dientes de ajo bien picados. A fuego medio. Cuando la cebolla esté translucida, lo que llevará unos cinco minutos, echamos los mejillones (que ya hemos limpiado bien de barbas), un chorrito de vino blanco y un poco de pimienta negra en grano. Tampamos la olla y dejamos que los mejillones se cocinen con el vapor de su propia agua.
Ingredientes
500 gr. de mejillones
1 diente de ajo grande
1 cebolla mediana
75 ml. de vino blanco
20 gr. de harina de trigo
20 gr. de mantequilla
200 ml de nata líquida
Perejil fresco al gusto
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
1. Pica muy bien el ajo y ponlo en una cacerola con tapa. Cúbrelo con aceite de oliva y calienta. Cuando el ajo empiece a dorarse ligeramente, añade la cebolla cortada en juliana fina o en cuadraditos pequeños. Añade una pizca de sal y cocina hasta que la cebolla esté transparente.
2. Añade los mejillones, bien limpios de barbas, el vino, tapa y deja que se abran. Retira y reserva.
3. Mientras, deshaz la mantequilla en un cazo o sartén. Añade la harina y cocina unos minutos. Vierte la nata y cocina mientras remueves con unas varillas hasta que espese. Sazona con sal y pimienta negra recién molida al gusto.
4. Añade la salsa a los mejillones y remueve muy bien. Sirve con perejil fresco picado.
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