La fabada asturiana es uno de los platos más representativos de la cocina asturiana y se caracteriza por su sabor reconfortante y su mezcla de ingredientes sencillos pero deliciosos. Es un guiso a base de fabes (judías asturianas) que se cocinan junto con diferentes tipos de embutidos como chorizo, morcilla, lacón y tocino, todo ello cocido lentamente para que los sabores se mezclen bien.
Ingredientes:
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500 g de fabes asturianas (judías blancas grandes)
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2 chorizos asturianos (de los curados, no frescos)
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2 morcillas asturianas (si puedes encontrar morcilla asturiana, mejor, pero si no, puedes usar morcilla de arroz)
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300 g de lacón (o jamón serrano, pero el lacón es lo más tradicional)
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150 g de tocino entreverado (o panceta)
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1 hoja de laurel
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1 diente de ajo
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Aceite de oliva (opcional)
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Sal (al gusto)
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Pimiento rojo (opcional, para dar color y un toque de sabor)
Preparación:
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La noche anterior:
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Pon las fabes a remojo en agua fría, preferiblemente durante toda la noche. Esto ayuda a que se cocinen de forma más uniforme y absorban los sabores del guiso.
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Cocción:
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En una cazuela grande, pon las fabes escurridas y cúbrelas con agua fría.
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Lleva a ebullición a fuego medio-alto y, cuando comience a hervir, retira la espuma que se forme en la superficie (esto se conoce como "desespumar").
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Agrega el lacón, los chorizos, las morcillas (enteras o partidas en trozos grandes, según prefieras), el tocino, el diente de ajo entero, la hoja de laurel y el pimiento rojo (si lo vas a usar).
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Baja el fuego a medio-bajo y cocina todo lentamente durante unas 2-3 horas, hasta que las fabes estén tiernas. Asegúrate de que siempre haya suficiente agua cubriendo las fabes, pero no sobrecargues el guiso. Si es necesario, agrega más agua durante la cocción.
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Durante la cocción, revisa y agrega sal al gusto, pero ten en cuenta que los embutidos ya aportan sal, así que es mejor probar antes de añadirla.
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Toque final:
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Cuando las fabes estén tiernas, retira los embutidos (chorizos, morcillas, lacón y tocino) y corta el chorizo y las morcillas en rodajas. Vuelve a incorporarlos al guiso.
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Deja reposar el guiso durante unos minutos antes de servir para que los sabores se integren bien.
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Servir:
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Sirve caliente, acompañado de un buen pan crujiente. ¡Y a disfrutar!
Consejos:
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Reposo: Al igual que con muchos guisos, la fabada asturiana gana sabor si se deja reposar unas horas o incluso hasta el día siguiente.
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Embutidos: Si no consigues embutidos asturianos auténticos, busca los más cercanos en sabor y textura (chorizo curado y morcilla de arroz, por ejemplo).
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Fabe de calidad: Las fabes asturianas son muy importantes en este plato. Si no las encuentras, usa fabes blancas grandes de buena calidad.
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